Compadre Dios, se que tú y yo no hablamos hace mucho tiempo
que cada vez más tiendo a verte como una esencia y no como una forma o una persona
que tus fieles aquí en donde yo vivo a veces me llenan de incomprensión y desasosiego.
Aún así siendo esencia sigues siendo mi amigo,
nuestra relación no es como la de todos, de superior a inferior,
de lo divino a lo terrenal, de lo supremo a tu séquito,
los dos somos amigos que es mucho más que tanto.
Te escribo porque se que fuiste tú... tú la mandaste, gracias.